Te puedo ayudar con:
- Estrés y Ansiedad: La ansiedad es una respuesta emocional normal frente a situaciones de estrés o incertidumbre, pero cuando se vuelve constante o excesiva, puede interferir con el bienestar y las actividades diarias. Los síntomas para reconocerla son: preocupaciones intensas o temores constantes, dificultad para relajarte, palpitaciones, sudoración o problemas para dormir, la presencia de un estado de alerta constante. En terapia miramos de donde viene tu estrés y trabajamos el manejo de los factores que estén causando este problema.
- Burnout: Es un agotamiento extremo que va más allá del simple cansancio. Se caracteriza por una sensación de fatiga profunda, falta de motivación, estrés crónico y desconexión emocional con el trabajo o las responsabilidades diarias. Si te sientes constantemente agotado/a, irritable, desmotivado/a y notas que tus actividades diarias ya no te generan satisfacción, puede ser un indicio de que estás experimentando burnout. En terapia identificamos las causas subyacentes de este problema desarrollando herramientas como aprender a establecer límites sanos, trabajar tu alta autoexigencia, etc.
- Depresión o Tristeza Profunda: La tristeza profunda y la depresión, con dos grados de intensidad distintos, llevan a experimentar una sensación intensa y persistente de dolor emocional que puede interferir con la vida diaria y no suele desaparecer con el tiempo, afectando la capacidad para disfrutar de las actividades cotidianas, de las relaciones con los demás, de autocuidado, etc. En terapia, aprenderás a lidiar con el dolor emocional de una manera saludable, aprendiendo a identificar y procesar tus emociones, y desarrollando habilidades para mejorar tu bienestar emocional y estado de animo.
- Ataques de pánico o claustrofobia: Los ataques de pánico son episodios intensos de miedo que ocurren de forma repentina y sin un motivo aparente. Durante un ataque de pánico, puedes experimentar síntomas como palpitaciones, sudoración, dificultad para respirar, mareos, sensación de ahogo, temblores y una sensación de miedo incontrolable, como si algo terrible fuera a ocurrir. Mientras que la claustrofobia hace experimentar una ansiedad extrema cuando la persona se encuentra en lugares cerrados como el avión, el tren, ascensores, habitaciones pequeñas o incluso en vehículos cerrados. En terapia abordamos ambas problemáticas yendo a la causa subyacente y al significado más profundo de la sintomatología, esto nos garantiza que los síntomas vaya desapareciendo.
- Gestión emocional: Esta implica la capacidad de reconocer, comprender y regular nuestras emociones de manera funcional y adaptativa. Cuando una persona tiene dificultades para gestionar sus emociones, puede experimentar reacciones impulsivas, sentirse abrumada por sus sentimientos o tener dificultades para manejar situaciones de estrés o conflictos. Esto puede afectar negativamente a sus relaciones, a su bienestar personal y su calidad de vida. En terapia aprenderás a reconocer tus emociones entender la función que tienen así da expresarlas adecuadamente y a tomar decisiones más equilibradas, reduciendo el impacto negativo que pueden tener en tu vida y dejando de lado la sensación que controlan tu vida.
- Dependencia afectiva y miedo al abandono: La dependencia afectiva es un patrón de comportamiento en el que una persona siente que no puede vivir sin otra, basando su bienestar emocional en la aprobación y el amor de los demás. El miedo al abandono se refiere al temor intenso de que las personas importantes para ti te dejen o te rechacen, lo que puede generar ansiedad y conductas de apego excesivo para que el otro no se vaya o no se distancie. Ambos problemas pueden coexistir y alimentarse mutuamente. En terapia iremos a identificar las raíces de este problema sanando las heridas emocionales que lo han generado.
- Baja autoestima e Inseguridad: Si constantemente te sientes insuficiente, incapaz o poco valioso/a, o si comparas negativamente tus logros y cualidades con los de los demás, puedes estar experimentando baja autoestima. La inseguridad tiene sus raíces en experiencias pasadas como crecer en un ambiente de fuertes críticas o donde nos estaban comparando con los demás, o nos estaban dejando experimentar y hacer nuestros errores, así como crecer sin apoyo emocional durante momentos clave en la vida. En terapia exploraremos como las influencias familiares pasadas o sociales como críticas, expectativas o falta de apoyo, han moldeado tu autoestima. Aprenderás a establecer relaciones más equilibradas y satisfactorias que te permitan mantener una autoestima sólida sin perder tu individualidad.
- Relación disfuncional con la comida y Trastornos Alimentarios: Una relación disfuncional con la comida puede originarse por diversas razones, como patrones de comportamiento aprendidos desde la infancia, dificultades emocionales no resueltas, presiones sociales o incluso trastornos alimentarios. A menudo, la comida se utiliza para lidiar con emociones como la ansiedad, el estrés, la tristeza o el vacío emocional. En terapia identificamos las causas subyacentes de este comportamiento y trabajamos en soluciones para mejorar tu relación con la comida, identificando los patrones disfuncionales, y aprendiendo a manejar las emociones de manera más saludable y así como a mejorar la autoestima y la relación con tu cuerpo.
- Mala imagen corporal: La mala imagen corporal es la percepción negativa que una persona tiene de su propio cuerpo. Se caracteriza por la insatisfacción con el aspecto físico y puede ir acompañada de pensamientos distorsionados sobre el propio cuerpo. Si constantemente te sientes insatisfecho/a con tu cuerpo, te comparas con otras personas de manera negativa o experimentas malestar o ansiedad al verte en el espejo, podrías estar lidiando con un problema de mala imagen corporal. En terapia trabajamos la elaboración de los recuerdos de rechazo al cuerpo que causaron una herida, así como la aceptación, la autocompasión y el autocuidado.
- Duelo: El duelo es el proceso emocional que seguimos cuando perdemos a alguien o algo importante en nuestras vidas. Aunque se asocia principalmente con la pérdida de un ser querido, también puede ocurrir tras otros tipos de pérdidas, como la separación de una pareja, la pérdida de un empleo o incluso la pérdida de salud. Es un proceso único para cada persona, y puede incluir una amplia gama de emociones como tristeza, ira, confusión, culpabilidad o incluso alivio, dependiendo de la naturaleza de la pérdida. En terapia trabajamos el procesamiento de las emociones difíciles, proporcionando un espacio seguro y comprensivo donde expresar el dolor y lidiar con las emociones difíciles, aceptando la pérdida y encontrando formas de continuar con tu vida de una manera funcional para ti.
- Ruptura de pareja: Las rupturas de pareja pueden desencadenar una serie de emociones intensas, como tristeza, enojo, culpa, confusión y hasta alivio. Cada persona vive este proceso de manera única, pero lo que estás sintiendo es una reacción natural ante la pérdida de una relación importante. Superar una ruptura lleva tiempo y no existe una solución rápida. El proceso de sanación es diferente para cada persona. En terapia aprenderás a gestionar este momento. Además, trabajaremos sobre tu nueva identidad después de la ruptura, ayudándote a reencontrar un nuevo equilibrio como individuo.
- Relaciones familiares difíciles: Las relaciones familiares pueden volverse difíciles por diversas razones, como diferencias en valores, expectativas no cumplidas, malentendidos, falta de comunicación o incluso problemas no resueltos del pasado. En terapia entenderemos mejor los problemas que existen en tu familia y te ayudaré a identificar tus propios sentimientos y buscaremos la manera de poder sentir un mayor equilibrio.
- Traumas: Un trauma es una experiencia emocionalmente dolorosa que puede haber ocurrido en el pasado y que sigue afectando tu bienestar en el presente. Los traumas pueden incluir experiencias como bullying, abusos, pérdidas significativas, accidentes, situaciones de violencia física o verbal o cualquier evento que te haya dejado una marca profunda a nivel emocional. El trauma no desaparece por sí solo, y puede seguir impactando tu vida de manera inconsciente. El cerebro y el cuerpo almacenan las emociones y recuerdos traumáticos, lo que puede hacer que sigas experimentando reacciones emocionales o físicas en situaciones que te recuerdan el trauma. En terapia exploraremos y procesaremos esas experiencias dolorosas de manera segura y completamente a tu ritmo. No se trata de revivir los eventos si no de reprocesarlos adecuadamente sin abrumarte, para que dejen de influir en el presente.